Si una cosa está clara en medicina reproductiva es que cada paciente es único y, como tal, todo tratamiento debe ser completamente personalizado y adaptado a las características de cada caso. Por este motivo, el Dr. Rafael Camacho otorga mucha importancia a sus pacientes desde la primera visita, y podrá revisar su historia y recomendar el tratamiento que más posibilidades de embarazo ofrezca.
Hoy vamos a hablar de las cirugías uterinas: ¿en qué consisten?, ¿cómo se llevan a cabo?, ¿en qué casos son recomendables?, ¿en qué puede influir una evaluación personalizada para detectar si son necesarias o no?
¿Qué es una metroplastia y en qué casos es necesaria?
La cirugía uterina o metroplastia consiste en la corrección quirúrgica de las paredes del útero en aquellos casos en que la cavidad uterina no es anatómicamente normal, lo que dificulta e impide en muchos casos la implantación del embrión, necesaria para conseguir un embarazo. Se lleva a cabo mediante histeroscopia, introduciendo una óptica a través del cuello del útero. Generalmente se realiza de forma ambulatoria bajo anestesia y tiene un índice de complicaciones muy bajo.
Diversos estudios publicados en revistas de gran prestigio científico han demostrado que no es necesario realizar una histeroscopia de forma sistemática a todas las pacientes que vayan a realizar un ciclo de fecundación in vitro (sea este el primero o no).
Precisamente, y como primera medida de cribado, se realiza en consulta una ecografía uterina a todas las pacientes para obtener información sobre la forma anatómica de la cavidad uterina. Gracias a la experiencia del Dr. Rafael Camacho y a la recogida de datos de mujeres que ya han acudido a nuestra consulta, podemos detectar en qué casos sería necesaria una cirugía porque necesiten una corrección y en qué casos no será necesario que la paciente pase por quirófano.
Si la ecografía uterina muestra una cavidad uterina correcta, se valorará la realización de una histeroscopia de consulta. En estos casos, cuando el objetivo es simplemente visualizar la superficie endometrial y descartar patologías en este nivel, no será necesario pasar por quirófano ni el uso de anestesia.
No obstante, en aquellos casos en los que la cavidad uterina no sea adecuada por ecografía, se planifica directamente la histeroscopia en quirófano, pues de esta manera pueden realizarse de forma paralela la metroplastia y una evaluación de la mucosa endometrial.
Pero, como comentábamos, la clave está en la individualización, en saber qué pacientes pueden beneficiarse de este tipo de intervenciones y cuáles no.
Por otro lado, la ecografía puede ser útil también para la detección de malformaciones que pueden estar dificultando la consecución de un embarazo, como puede ser el útero en forma de T.
Unidad de Medicina Reproductiva del Centro Médico Imbanaco
En una apuesta por minimizar los efectos que una cirugía convencional y la consiguiente hospitalización pueden tener, la Unidad de Medicina Reproductiva ofrece la posibilidad de llevar a cabo intervenciones quirúrgicas para determinadas patologías de forma ambulatoria directamente en la clínica. Así, pocas horas tras la cirugía, los pacientes pueden regresar a su casa y recuperarse en la tranquilidad de su casa.
Además de la metroplastia para corregir quirúrgicamente las paredes del útero, otras de las intervenciones que se realizan habitualmente son la extracción de miomas y quistes ováricos, así como la reparación de malformaciones uterinas y en las trompas, problemas de suelo pélvico, etc.
Fuente | IVI
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Dr. Rafael Camacho Mafla
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